¿Alguna vez se te ha dormido la pierna después de estar un tiempo sentado? ¿Te has golpeado el codo sintiendo un calambre por el brazo? El responsable de esto, es el nervio.
Hormigueos, pérdida de sensibilidad, calambres o punzadas, incluso a veces sin sentido, son sensaciones que puedes sentir cuando tienes un dolor neuropático.
Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (International Association for the Study of Pain - IASP), es un dolor originado como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial, a nivel periférico o central, es decir, al sistema que regula las modalidades de estímulos tales como el tacto, la presión o el dolor. También afirman que el dolor neuropático no se relaciona con la activación de nociceptores, sino que aparece como consecuencia directa de una alteración del propio sistema nervioso, y su presencia carece de efecto protector o beneficioso alguno.
La fisioterapia juega un papel importante en el abordaje del dolor neuropático, contando con herramientas para su tratamiento entre las que destaca la neurodinámica.
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Ilustrado por: Raúl Herranz Gil