Término popular que se utiliza para hacer referencia a la contracción mantenida involuntaria de algunas fibras musculares de uno o más músculos.
El músculo está formado por varias fibras musculares, dependiendo de su volumen, y de diferente tipos según su especialización.
- Cada fibra muscular está irrigada. Es decir, entra y sale sangre constantemente dando al músculo su color rojo característico, y llegándole de esta manera un buen aporte de oxigeno.
- Cada fibra muscular también está inervada. Trabaja con mucha información nerviosa que recibe y manda al cerebro a través de los nervios, gracias a las neuronas. Esto quiere decir que si se le manda contraerse más de lo necesario, de forma voluntaria o involuntaria el músculo se contraerá, pero también viceversa.
En estos procesos complejos, el músculo trabaja gracias a que sus fibras se contraen y relajan como un muelle para poder realizar actividades de fuerza. Básicamente esa es su función, y ambos procesos son activos.
Y hablando de fuerza, ¿Qué pasa si aprieto muy fuerte la mano? Si realizamos una contracción máxima de cualquier músculo, incluso entonces, solo se activan un porcentaje pequeño de sus fibras. Por lo que siempre quedan fibras del músculo que puedan relajarse sin mantenerse contraídas.
Mito: Popularmente a una contracción muscular mantenida o 'contractura' se le suele comparar con un nudo, aunque físicamente es imposible que las fibras musculares formen nudos entre ellas.
La contracción muscular no es causa directa de sentir dolor en dicha zona. Esto es debido a otros mecanismos neurofisiológicos.
Es un término que escuchamos habitualmente en consultas de medicina o fisioterapia, con el fin de simplificar el mensaje y que puede llevar a confusión.
Una contractura no constituye un diagnóstico porque no es una patología. Es un proceso modificable de forma autónoma con la correcta información.
