Cada vez tienen más importancia estos conceptos, y el 'rol activo' cuando tenemos una patología tanto entre profesionales sanitarios como en la población general. Sin embargo, con frecuencia nos cuesta interpretar toda la información y no sabemos por dónde empezar para ponerlo en práctica.
Para comprender mejor cómo comenzar, debemos diferenciar entre la actividad física y el ejercicio físico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La actividad física
Comprende cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Por tanto, aquí se incluyen actividades realizadas como parte de la vida diaria (trabajar, tareas domésticas) actividades de ocio, jugar, viajar o el transporte activo.
El ejercicio físico
Por otro lado, la OMS considera el ejercicio físico como una subcategoría de actividad física que está planificada, estructurada y que es de carácter repetitivo que tiene como objetivo mantener uno o más componentes del estado físico (resistencia, fuerza, flexibilidad y equilibrio).