¿Conoces realmente el método Pilates?

Los ejercicios de Pilates requieren del mantenimiento de un buen control motor y una postura específica. Para conseguir esto, uno de los principales objetivos en toda sesión de pilates es el trabajo la musculatura encargada de la estabilidad lumbopélvica (transverso del abdomen, diafragma, multífido y suelo pélvico). No obstante, el Pilates también se rige por otros principios como son: la concentración, la precisión y el control de la respiración.

Los primeros en beneficiarse de los efectos del método Pilates fueron los pacientes del hospital del campo de concentración donde internaron a Joseph H Pilates durante la primera guerra mundial. Al contrario de lo que piensa mucha gente, el método pilates fue ideado por la necesidad de mejorar la salud del propio creador, que creció como un niño con asma, raquitismo y artritis reumatoide.

Distintos estudios han valorado los beneficios en relación al dolor lumbar y la salud general de pacientes que realizaban pilates en maquinas, y pacientes que realizaban pilates suelo. Los resultados muestran que ambos aportan los mismo beneficios sin diferencias significativas. No obstante, la utilización de distintos materiales y máquinas sí que puede aumentar la motivación y mejorar la adherencia a la actividad.

Según lo investigado hasta el momento, la pauta de entrenamiento más eficaz es de 2-3 veces por semana. Como cualquier actividad física, requiere una frecuencia y un descanso óptimo para poder disfrutar de sus beneficios sin riesgo. También es cierto que la mayoría de estudios consideran el pilates la única actividad deportiva del sujeto. Es importante tener en cuenta que el Pilates es un método de entrenamiento que se combina perfectamente con otras actividad físicas, de esta forma, si la persona hace otros deportes, podrían combinarse cambiando así las frecuencias optimas.

Uno de los principios del Pilates es la precisión. En Pilates prima mucho más la calidad que la cantidad de ejercicios, por esa razón, se procuran hacer pocas repeticiones de cada ejercicio, para evitar que, por culpa de la fatiga, su realización no sea la correcta. Otra cualidad del Pilates es que procura trabajar todo el cuerpo en cada sesión para evitar estrés en las articulaciones y pérdida de control en los ejercicios por sobrecarga.