La disfunción temporomandibular (DTM) supone la alteración de funciones como la masticación o el habla, viéndose involucrada la articulación temporomandibular junto con sus estructuras asociadas.
Esta disfunción se caracteriza por la presencia de signos y síntomas como dolor local o referido en la región cérvico-facial (cuello y cara), disminución de la movilidad bucal o síntomas en los oídos, entre otros. Esto conlleva en última instancia la limitación o pérdida de las funciones de la articulación temporomandibular .
Debido al elevado porcentaje de población que se ve afecta por esta disfunción, alrededor del 25% de la población general, y a la afectación en la calidad de vida de los pacientes, la disfunción temporomandibular supone cada vez un reto terapéutico de mayor relevancia. Además, el continuo estudio en este área está dando paso a un cambio de paradigma en el cual se pone en jaque factores aceptados históricamente como desencadenantes de DTM. En su lugar, se prioriza el enfoque biopsicosocial y la necesidad de conseguir la adaptación funcional del sistema masticatorio.
Entonces ¿Cuál es el papel de la fisioterapia en la disfunción temporomandibular?
Dentro de las opciones terapéuticas, los estudios científicos abogan por el tratamiento conservador, siendo la fisioterapia una de las principales herramientas terapéuticas en la disfunción Temporomandibular. De hecho, estudios proponen la fisioterapia como terapia de primera intención, es decir, como tratamiento inicial de la DTM debido a la pronta mejoría en pacientes con disfunción asociada a la musculatura masticatoria. Desde la fisioterapia especializada en ATM se realiza, previamente al tratamiento, una historia clínica en la cual el fisioterapeuta pueda indagar sobre el problema del paciente. De esta forma, con toda la información recabada se pauta el correspondiente tratamiento fisioterápico y, en caso necesario, la derivación hacia otras disciplinas sanitarias.
La educación y el ejercicio terapéutico son pilares fundamentales del tratamiento fisioterápico, pero
la opción más apoyada por la evidencia científica actual es la terapia manual, por tanto la primera opción de tratamiento.
El tratamiento de la disfunción de la Articulación Temporomandibular con terapia manual incluye técnicas de movilización articular tanto enfocadas a dicha articulación como a la región cervical, así como maniobras enfocadas al tejido blando (musculatura masticatoria y musculatura cervical). Estas técnicas manuales pueden ser tanto intra como extra orales y buscan mejorar el estado de los tejidos de la región temporomandibular y favorecer la disminución de la intensidad del dolor. Los estudios científicos han demostrado que, a partir de los diferentes mecanismos de actuación de la terapia manual, su aplicación en pacientes con disfunción temporomandibular permite mejorar el rango de movimiento de la ATM, algo de gran relevancia dado que la limitación de la apertura bucal es una de las consecuencias de la DTM que más afecta a la calidad de vida de los pacientes al verse afectada la masticación. Junto con ello, se consigue también reducir la intensidad de dolor, favoreciendo así la recuperación de la funcionalidad de la región temporomandibular.
