La rehabilitación cardíaca consiste en un programa terapéutico, que tiene como objetivo fundamental el incremento en la calidad de vida de los pacientes que han sufrido algún problema cardíaco y, si fuera posible, mejorar su pronóstico.
Forma parte de la prevención secundaria cardiovascular por lo que en este proceso cobran gran importancia la educación y el ejercicio, como pilares básicos del programa, junto con el tratamiento farmacológico oportuno, para reducir los factores de riesgo y conseguir un estilo de vida cardiosaludable.
Para ello, se precisa el trabajo coordinado de un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios, de distintas especialidades como la cardiología, enfermería, psicología, terapia ocupacional y fisioterapia.