La médula espinal es un cordón cilíndrico que ocupa el conducto vertebral desde el agujero magno del cráneo hasta la segunda vértebra lumbar.
Forma parte del sistema nervioso central y su superficie presenta surcos por donde entran o salen las raíces nerviosas de los 31 pares de nervios espinales, que se dirigen hacia las diferentes partes de nuestro cuerpo. Cada uno de estos nervios está unido a la médula por:
Una raíz posterior o sensitiva:
Por donde se recibe información del resto del cuerpo.
Una raíz anterior o motora:
Por donde se envía información al resto del cuerpo.
Estas dos raíces, se unen y forman cada nervio espinal. Saliendo de la médula, a lo largo de nuestra columna tenemos:
Doce nervios torácicos |
Ocho nervios cervicales |
Cinco nervios lumbares |
Cinco nervios sacros |
Un nervio coccígeo |
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Estos nombres corresponden a la región de la que salen estos nervios, destacando que a partir de la segunda vértebra lumbar los nervios son casi verticales y reciben el nombre de cola de caballo.
La estructura interna de la médula espinal, está formada por los cuerpos o núcleos de las neuronas que la componen (sustancia gris) y estos cuerpos se rodean de los axones de estas mismas neuronas (formando la sustancia blanca).
De esta manera, a lo largo de tu columna vertebral, se encuentra la médula espinal muy bien protegida por todas las vértebras. A partir de ella, parten todos los nervios periféricos que recorren cada parte de tu cuerpo.