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En las últimas décadas, hemos conocido que la cantidad de tiempo que estamos sentados se relaciona con enfermedades crónicas, aumentando el riesgo de mortalidad, diabetes tipo II, enfermedad cardiovascular y algunos tipos de cáncer.

Nos diferenciamos de otros animales por nuestro cerebro, pero ¿Por qué? ¿Lo sabes? Puedes comprobarlo.

El primer número de la sección “Conociendo a” de Fisiosaludable, está destinado al conocimiento del trabajo que ejerce el fisioterapeuta en Atención Primaria.

Para ello destacamos un proyecto de Investigación que se está llevando a cabo con financiación de Sacyl (Sanidad de Castilla y León) y el Colegio Profesional de Fisioterapia de Castilla y León, cuyo objetivo es comprobar los efectos de un programa en neurociencia del dolor, y del ejercicio físico para fomentar la neurogénesis y la neuroplasticidad en pacientes que presentan dolor persistente.

Edición: Elena Chinchón Rivas
Traducción: Soraya Pinel Jiménez

Tipografía

Vamos a conocer los tres tipos de acción muscular. Para ello, utilizaremos como ejemplo una parte de uno de tus brazos, en concreto, la articulación del codo y el músculo bíceps. Además, usaremos un objeto que podamos coger con la mano, que cumplirá la función de resistencia externa.

Ya tenemos una articulación (el codo), un músculo (el bíceps) y una resistencia o fuerza externa (el objeto). Antes de comenzar, nos colocamos en la posición de la imagen.

Ahora vamos a conocer las acciones musculares:

  • Acción dinámica concéntrica

Cuando un músculo se contrae, normalmente genera un movimiento y se establece una relación entre la persona y una resistencia externa. En una acción concéntrica, se produce un acortamiento del músculo. La contracción del bíceps provoca un movimiento de flexión del codo, venciendo una resistencia externa que puede ser el objeto mencionado anteriormente o el propio peso del antebrazo. De esta manera la fuerza externa (el objeto) actúa en sentido contrario al movimiento.

  • Acción dinámica excéntrica

Vamos a pensar que cogemos el objeto con la mano, pero en este caso el peso del objeto es algo superior a la fuerza que puede hacer tu bíceps para mantenerlo. Lo que ocurrirá será que nuestro codo realizará un movimiento en extensión, la mano descenderá, provocando un alargamiento del músculo a la vez que se mantiene contraído para sujetar el objeto. Aquí, la fuerza externa (el objeto) actúa en el mismo sentido que el movimiento.

  • Acción isométrica

En este caso, la resistencia externa y la fuerza del bíceps serán iguales, manteniendo la articulación en la misma posición. Se produce así una contracción muscular para sujetar el objeto, pero no existe ningún movimiento en la articulación.


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